KABAYLA ZINGARY. Mercado Medieval Zamora 2017
Colaboración con el grupo KABAYLA ZINGARY, en el Mercado Medieval de ZAMORA 2017
«Somos la estirpe de los últimos nómadas. Venimos desde muy lejos y desde muy atrás y desde muy antes. Venimos caminando por los senderos y los genes polvorientos de la sangre.
Descendiendo por vía directa de los últimos cazadores de mamuts, de los pastores trashumantes que cruzaron un millón de veces La Iberia, de los amansadores de lobos, de los susurradores de niños en las noches de tormenta, de los dioses de bronce de los gitanos, de los juglares y los griots, y de la meigas. De los cómicos, de las tribus sin patria, de los carreteros, los afiladores, los magos y las diosas blancas.
Somos la estirpe sagrada de los zíngaros que aún cultivan la alegría y la magia.
¡Escuchad! gentes de alma sensible… La magia verdadera. Somos esa estirpe, esa, con la que habéis soñado en vuestra infancia, de la que escuchasteis hablar muchas veces a la luz de la llama. No es un mito ni un cuento, siempre hemos existido y siempre lo haremos.
Instalaremos nuestro campamento allá donde lo quieran y llegaran una troupe de trovadores de la más alta alcurnia, músicos, faquires, trapecistas, magos, titiriteros, bufones y poetas…
Alegría, magia, asombro, luz, pasión, emoción, danza…mercancía usurpada en estos días, mercancía muy escasa.
Desde los tiempos remotos traficamos con la alegría y la magia verdadera. La amasamos, la transportamos de un continente a otro. La descargamos de nuestros carros y carretas, la germinamos en nuestras haimas y la sembramos.
Verán un ejército de artistas de la vida. Lo mejor de cada casa, la pulpa palpitante de cada haima. La estirpe verdadera de la carne y de la llama (…)»
Descendiendo por vía directa de los últimos cazadores de mamuts, de los pastores trashumantes que cruzaron un millón de veces La Iberia, de los amansadores de lobos, de los susurradores de niños en las noches de tormenta, de los dioses de bronce de los gitanos, de los juglares y los griots, y de la meigas. De los cómicos, de las tribus sin patria, de los carreteros, los afiladores, los magos y las diosas blancas.
Somos la estirpe sagrada de los zíngaros que aún cultivan la alegría y la magia.
¡Escuchad! gentes de alma sensible… La magia verdadera. Somos esa estirpe, esa, con la que habéis soñado en vuestra infancia, de la que escuchasteis hablar muchas veces a la luz de la llama. No es un mito ni un cuento, siempre hemos existido y siempre lo haremos.
Instalaremos nuestro campamento allá donde lo quieran y llegaran una troupe de trovadores de la más alta alcurnia, músicos, faquires, trapecistas, magos, titiriteros, bufones y poetas…
Alegría, magia, asombro, luz, pasión, emoción, danza…mercancía usurpada en estos días, mercancía muy escasa.
Desde los tiempos remotos traficamos con la alegría y la magia verdadera. La amasamos, la transportamos de un continente a otro. La descargamos de nuestros carros y carretas, la germinamos en nuestras haimas y la sembramos.
Verán un ejército de artistas de la vida. Lo mejor de cada casa, la pulpa palpitante de cada haima. La estirpe verdadera de la carne y de la llama (…)»